domingo, 6 de febrero de 2011

El Síndrome de China


Supongamos que el agua que sirve de refrigerante en un reactor nuclear se pierde por cualquier motivo. ¿Qué ocurriría? Simplemente, la reacción nuclear se detiene. Se debe a que el agua es también un moderador de neutrones: al tener neutrones con mayor energía el uranio 238 los absorbe (el que se fisiona es el uranio 235, pero no lo hace por encima de un umbral energéntico para los mencionados neutrones).

Pero, aún en este caso, los restos de la fisión son lo suficientemente radiactivos como para provocar un aumento de temperatura extraordinario. Como dice Richard Muller, para estos casos existe un sistema de seguridad de inyección de agua, pero, ¿qué ocurre si esto falla? Que la temperatura sigue aumentando. Muller nos recuerda que estamos ante el peor accidente imaginable.

El material radiactivo se fundirá y fundiría las paredes de sus continentes. A continuación formaría un charco en la base de la vasija de acero para comenzar a traspasarla. Una vez perforada la base de acero el material fundido podría incluso fundir el cemento de los cimientos del edificio hasta salir fuera de él. ¿Y luego? ¡Podría seguir fundiendo todo a su paso hasta llegar a las antípodas! El síndrome de China.

En Three Mile Island se averió el sistema de inyección de agua, pero el material fundido no llegó a traspasar la vasija de acero.




El Síndrome de China es un caso hipotético exagerado, vamos, de ciencia ficción. El calor se iría repartiendo a medida que avanza el charco fundido. No, no llegaría a China.



Fuente: http://www.cienciaxxi.com/2010/03/el-sindrome-de-china.html
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

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