domingo, 6 de febrero de 2011

El Síndrome de China


Supongamos que el agua que sirve de refrigerante en un reactor nuclear se pierde por cualquier motivo. ¿Qué ocurriría? Simplemente, la reacción nuclear se detiene. Se debe a que el agua es también un moderador de neutrones: al tener neutrones con mayor energía el uranio 238 los absorbe (el que se fisiona es el uranio 235, pero no lo hace por encima de un umbral energéntico para los mencionados neutrones).

Pero, aún en este caso, los restos de la fisión son lo suficientemente radiactivos como para provocar un aumento de temperatura extraordinario. Como dice Richard Muller, para estos casos existe un sistema de seguridad de inyección de agua, pero, ¿qué ocurre si esto falla? Que la temperatura sigue aumentando. Muller nos recuerda que estamos ante el peor accidente imaginable.

El material radiactivo se fundirá y fundiría las paredes de sus continentes. A continuación formaría un charco en la base de la vasija de acero para comenzar a traspasarla. Una vez perforada la base de acero el material fundido podría incluso fundir el cemento de los cimientos del edificio hasta salir fuera de él. ¿Y luego? ¡Podría seguir fundiendo todo a su paso hasta llegar a las antípodas! El síndrome de China.

En Three Mile Island se averió el sistema de inyección de agua, pero el material fundido no llegó a traspasar la vasija de acero.




El Síndrome de China es un caso hipotético exagerado, vamos, de ciencia ficción. El calor se iría repartiendo a medida que avanza el charco fundido. No, no llegaría a China.



Fuente: http://www.cienciaxxi.com/2010/03/el-sindrome-de-china.html
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

Demanda creciente de la Energía Nuclear


Expertos prevén un verdadero boom nuclear. Muchos países europeos, que a mediados de la década del ´80 habían abandonado el uso de la energía nuclear, han vuelto a pensar en su desarrollo. Este tipo de energía es una fuente segura y limpia que no emite CO2 y garantiza el suministro eléctrico; convirtiéndose así en una alternativa frente al (supuesto) agotamiento de las reservas petrolíferas y al calentamiento global.



Una nueva alternativa ¿peligrosa?
El uso de la energía nuclear tuvo un auge entre los años ´70 y principios de los ´80, pero a mediados de esta última década el crecimiento se detuvo debido a la oposición del ecologismo, a los altos tipos de interés y a la conservación de la energía inducida por las crisis del petróleo -de 1973 y 1979-. Asimismo, por los accidentes sucedidos en las plantas nucleares de Three Mile Island y Chernobyl. Varios países, en especial los europeos, abandonaron desde entonces el uso de la energía nuclear.

El desarrollo futuro de esta energía ha generado encontronazos entre quienes desean su declive y quienes alientan su crecimiento. En el último tiempo, se ha producido un renovado interés por este tipo de energía como una solución al agotamiento de las reservas petrolíferas y al calentamiento global, ya que la demanda de electricidad se está incrementando y la energía nuclear no genera gases invernadero.
Ya hay unos 30 reactores en construcción en once países, en especial en Asia. Frente a este panorama, los expertos prevén un verdadero boom nuclear, y afirman que desde ahora hasta 2050 se duplicará el consumo mundial de energía nuclear.
Es así que algunos de los países desarrollados -como Francia, Finlandia y Gran Bretaña- afirman que para garantizar el suministro eléctrico presente y futuro, y reducir la dependencia exterior de los combustibles fósiles es fundamental hacer uso y desarrollar la energía nuclear.
También se suma a esta idea los Estados Unidos. En este país, que genera el 20 % de su energía por medio de 103 reactores nucleares, existe una nueva ley energética que defiende la energía nuclear. La Casa Blanca insiste en que es una opción, junto con las fuentes renovables, ante los elevados precios del crudo.
En la actualidad "la alternativa nuclear", genera alrededor del 16 % de la energía que se consume en el planeta. Los Estados Unidos espera que otros países que hacen uso de esta energía, como el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Japón, se unan a su propuesta de crear una Alianza Mundial por la Energía Nuclear, The Global Nuclear Energy Partnership (GNEP).
La Alianza tiene como objetivo estos principios: reducir la dependencia exterior estadounidense hacia los combustibles fósiles, reciclar el combustible nuclear con tecnología que impida el uso militar del mismo, recuperar la mayor cantidad y reducir los residuos; impulsar el crecimiento económico no contaminante, e eliminar el riesgo de proliferación nuclear.
Que quede claro que la energía nuclear no es la única solución ante el crecimiento del consumo de electricidad, sino que tiene que tenerse muy en cuenta dentro del mix energético donde todas las fuentes tengan su contribución.
Una apuesta energética coherente y de futuro debe estar basada en una fórmula mixta a partir de estos criterios: seguridad de suministro, competitividad económica y respeto al medio ambiente, sin dejar de lado que se debe impulsar el ahorro de energía y la mejora de la eficiencia.

Fuente: http://www.publispain.com/revista/dependencia-mundial-de-la-energianuclear.htm
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

La Luna y el Helio 3



Los investigadores y los entusiastas del espacio miran hacia el helio 3 como la fuente de combustible perfecta: es extremadamente potente, no es contaminante y virtualmente sin subproductos radiactivos. Anuncian que será el combustible del siglo 21. El problema es que muy poco de él se encuentra en la Tierra, pero... ¡hay mucho en la Luna!
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La sociedad está haciendo esfuerzos por mantenerse al día en las demandas de energía, las cuales se espera que aumenten multiplicadas por ocho para el año 2050 cuando la población mundial alcance la cifra de 12 mil millones de habitantes. La respuesta puede ser la Luna.

Los científicos estiman que existen un millón de toneladas de helio 3 en la luna, energía suficiente para el mundo para miles de años. El equivalente de una carga simple del trasbordador espacial, que es de aproximadamente 25 toneladas, podría proveer toda la energía que los Estados Unidos requieren durante un año, según el astronauta de la Apolo 17 e investigador del FTI, Harrison Schmitt. Los astronautas del Apolo encontraron helio 3 en la luna en 1969, pero el enlace entre el isótopo y los recursos lunares no se realizó sino hasta 1986.

"Les tomó 15 años a los geólogos lunares y a los pioneros de la fusión para toparse unos con otros", dijo Schmitt, el último astronauta en dejar pisadas sobre la Luna. "Aunque el helio 3 sería sumamente apasionante", dice Bryan Palaszewski, líder de combustibles avanzados en el Glenn Research Center de Lewis Field de la NASA, "primero tenemos que regresar a la luna y ser capaces de realizar ahí operaciones de importancia".

Jim Benson, presidente de SpaceDev en Poway, California, estuvo de acuerdo que la meta es encontrar fuentes de combustible en el espacio. Pero para él, el agua y no el helio 3 es la fuente ideal de combustible. Su meta personal es crear gasolineras en el espacio mediante el minado de asteroides en busca de agua. El agua puede ser electrolizada en combustible de hidrógeno u oxígeno, o utilizada directamente como un propelente mediante super-calentamiento con rayos solares.

"El agua es más práctica y confiable a corto plazo", dijo. Pero los de la propuesta sólo creen que el helio 3 puede pagarse por sí solo. "El agua no es tan valiosa", dijo Schmitt. Además del helio, un proceso de minería produciría agua y oxígeno como sub-productos.

Fuente: http://www.space.com/scienceastronomy/helium3_000630.html
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

Motores nucleares térmicos


Todo el mundo sabe que la fisión nuclear permite generar enormes cantidades de energía, así que resulta natural pensar que podemos usarla de algún modo para propulsar un vehículo por el espacio. Pero, aunque intuitivamente estemos seguros de las bondades energéticas de la fisión, debemos demostrar primero que, efectivamente, un motor nuclear puede ser superior a uno químico. Para ello tenemos que entender básicamente el funcionamiento de un motor convencional. 

La eficiencia de un motor cohete se mide por el impulso específico (Isp), que es proporcional a la velocidad de escape de las partículas que salen por la tobera. Esta velocidad depende a su vez de la temperatura y la masa molecular de las partículas. Lo primero es fácil de entender: al aumentar la temperatura, las moléculas se mueven más rápidamente. Al fin y al cabo, no olvidemos que la temperatura es en realidad una medida de la energía cinética de un sistema de partículas. 

Pero aquí nos encontramos con la primera gran limitación del motor cohete químico, ya que la temperatura de la cámara de combustión viene determinada por la reacción química que tiene lugar en ella. No podemos aumentar la temperatura sin cambiar de propergoles. De todas formas, no estamos hablando de temperaturas especialmente bajas. Por poner un ejemplo, un motor criogénico que quema hidrógeno y oxígeno líquidos puede alcanzar fácilmente 3000º C dentro de la cámara. 


Prueba de un motor principal del transbordador espacial (SSME), un motor químico criogénico


El segundo parámetro que influye en el Isp es también sencillo de asimilar. Cuanto menor sea la masa de las moléculas que escapan por la tobera, mayor será su velocidad, ya que si tenemos dos objetos de distinta masa con la misma energía cinética, el más ligero tendrá una velocidad mayor. En los motores químicos, esta masa viene dictada por el tipo de reacción que hayamos elegido. Por ejemplo, en un motor criogénico el escape está formado por moléculas de agua (con una masa de 18 uma-unidad de masa atomica- cada una). Es por esto que en este tipo de motor podemos obtener un mayor Isp si introducimos en la cámara de combustión más hidrógeno del necesario. Aunque la temperatura de la cámara desciende, esto se compensa por la mayor velocidad que adquieren las moléculas de hidrógeno (con una masa molecular de sólo 2 uma). 

Bien, entonces, ¿qué pasa con un motor nuclear térmico? En este caso, no estamos limitados por la temperatura, ya que teóricamente podemos alcanzar millones de grados celsius dentro de un reactor de fisión. En realidad, el problema es más bien el contrario: debemos aprender a controlar estas temperaturas tan elevadas sin que los materiales que forman la estructura del motor se fundan. 

En cuanto a la masa molecular del escape, podemos usar casi cualquier sustancia como propelente. Simplemente necesitamos que entre en contacto directo con el reactor para que se caliente y salga despedida por la tobera. En teoría podríamos usar agua, amoniaco, lejía o, incluso, un refresco gaseoso del supermercado, da lo mismo. Pero, como hemos visto, lo ideal es emplear una sustancia con la menor masa molecular posible, así que el hidrógeno es a veces el mejor candidato para servir como propelente en un motor nuclear. Y decimos a veces porque, a la hora de la verdad, esto no es tan simple. Para mantener el hidrógeno en estado líquido se necesita refrigerarlo hasta los -250º C, lo cual resulta complicado, especialmente si queremos usarlo en el espacio profundo. Además, a partir de los 2500 K, el hidrógeno molecular empieza a disociarse en hidrógeno atómico dentro de la cámara, disminuyendo el Isp final. Por estos motivos, hay diseños que emplean otras sustancias como metano o amoniaco. 

En cualquier caso, da lo mismo si usamos hidrógeno, metano, agua o amoniaco. Al hacer números tenemos que un motor térmico nuclear puede alcanzar sobre el papel un Isp de hasta 10000 segundos, mientras que el de un motor químico criogénico es de unos 450 segundos. Queda demostrado por tanto que, teóricamente, la propulsión térmica nuclear es mejor que la química. El siguiente paso es saber si es posible construir un motor de este tipo con la tecnología existente.

 Fuente: http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/8084750/Cohetes-nucleares_-a-la-conquista-del-Sistema-Solar.html
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

Reactores Nucleares Naturales


En unas minas de uranio en Oklo, Gabón, hace 1.700.000.000 años, se produjeron reacciones en cadena moderadas por agua, y de forma natural se formaron pequeños reactores nucleares. Estudiando este fenómeno podemos aprender algo sobre cómo almacenar residuos nucleares a larguísimo plazo.

Antes de entrar en materia, recordemos lo que es una reacción en cadena.

Cuando un neutrón choca contra el núcleo de un átomo de uranio 235, lo convierte en un átomo de uranio 236. Este isótopo es extremadamente inestable, y casi inmediatamente se fisiona, se parte en dos, liberando varios neutrones y energía. Lo más normal es que las dos partes resultantes sean un núcleo de kriptón 91 y otro de bario 142, y que se produzcan tres neutrones, pero hay otras posibilidades que liberan dos o tres neutrones, y, de hecho, en raras ocasiones el núcleo de uranio 236 se parte en tres pedazos. También existen otras reacciones en cadena, como la del plutonio 239, que es la que se usa en las bombas de plutonio, o la del americio 231, que tiene la particularidad de poder generar explosiones atómicas tan pequeñas que se ha sugerido usarlas para impulsar naves espaciales.


Cada uno de los tres neutrones producidos durante una fisión de uranio 235 seguirá su propio camino. Si todos ellos impactasen contra otros núcleos de uranio 235, causando su fisión, se producirían 9 neutrones, que a su vez podrían fisionar 9 átomos, liberando 27 neutrones, que ... y en muy poco tiempo se liberaría una enorme cantidad de energía.

En realidad, no es probable que los tres neutrones vayan a producir tres fisiones. Si cada fisión provoca, en promedio, más de una fisión "hija", se dice que la reacción en cadena es supercrítica; el número de neutrones y fisiones aumentará muy rápidamente y se liberará una cantidad enorme de energía en una explosión atómica. Si cada fisión provoca, en promedio, exactamente una fisión hija, entonces el número de neutrones en circulación permanecerá constante; esto es una reacción crítica, y es lo que se quiere que ocurra en un reactor nuclear, para generar energía a un ritmo constante. Si cada fisión provoca, en promedio, menos de una fisión hija, el número de neutrones y de fisiones irá disminuyendo hasta que no quede ninguno, y la reacción en cadena se detendrá; esto es una reacción subcrítica, y ocurre durante el apagado de un reactor nuclear.

Hay una complicación: para que un neutrón pueda ser absorbido por un núcleo de uranio 235, tiene que tener poca energía y moverse lentamente. Pero los neutrones producidos durante la fisión tienen mucha energía y salen disparados a velocidades relativistas. Es decir, los neutrones producidos en una fisión no sirven directamente para fisionar otros átomos. Para poder mantener una reacción en cadena de uranio 235 es necesario que los neutrones generados en las fisiones sean frenados mediante choques con otros átomos. También es necesario que este frenado se produzca muy rápidamente, porque no serviría de nada que los neutrones fuesen frenados cuando ya estuviesen lejos del lugar donde se está produciendo la reacción en cadena. Para conseguir esto se mezcla el uranio con un moderador, cualquier sustancia que sea especialmente eficaz frenando neutrones. En los reactores nucleares artificiales se usa grafito (carbono), agua, o agua pesada (agua donde los dos átomos de hidrógeno 1 han sido reemplazados por átomos de hidrógeno 2). 



La "calidad" del combustible nuclear viene dada por el porcentaje que contiene de uranio 235, o uranio rico, que es el que se fisiona. El uranio 238, o uranio pobre, no sirve para gran cosa, porque fisionarlo es muchísimo más difícil que fisionar el uranio 235. En la naturaleza aparecen mezclados un poquito de uranio 235, un mucho de uranio 238, y unas cantidades minúsculas de uranio 234. Esta mezcla no sirve para mantener una reacción en cadena, porque el uranio 238 absorbe muchos neutrones e impide que lleguen a los átomos de uranio 235. Para poder producir una reacción en cadena hay que enriquecer esta mezcla, es decir, aumentar el porcentaje de uranio 235 que contiene.

Bien, tras este refresco, volvamos a los reactores nucleares de Oklo.

Su descubrimiento se produjo en 1972, curiosamente en Francia, en la planta nuclear de Pierrelatte. En estas instalaciones se recogía el uranio de diversas fuentes y se enriquecía, para fabricar barras de combustible para centrales nucleares. En esta planta se controlaban con todo rigor las cantidades de uranio 235 que entraban y salían, para asegurar que no se estaba desviando uranio enriquecido para construir armas nucleares. Durante una de las mediciones rutinarias, el físico francés Francis Perrin se encontró con una muestra que contenía menos uranio 235 del esperado. La discrepancia era minúscula: el uranio 235 es normalmente el 0,7202% de todo el uranio procedente de cualquier mina del planeta, pero en esa muestra era sólo el 0,7171%. Una diferencia de una parte en 30.000 puede parecer poco, pero los isótopos aparecen siempre muy bien mezclados en la naturaleza, de forma que algo raro tenía que haber pasado con esa muestra. Lo primero que se pensó es que ese uranio habría sido contaminado con uranio empobrecido de la planta; esto sería muy grave, porque indicaría que existía una fuga de uranio. Había que investigar. 



Gracias al minucioso sistema de archivado de muestras, rápidamente se encontraron minerales de uranio procedentes de Gabón que contenían incluso menos de la mitad del uranio 235 de lo que era normal. Esta discrepancia era enorme; la diferencia que llamó la atención de Perrin era tan pequeña porque se había mezclado el uranio procedente de muchas fuentes. Un análisis de esos minerales pobres en uranio 235 reveló que contenían isótopos muy parecidos a los que hay en los desechos de los reactores nucleares, lo cual puso a Perrin en el camino correcto. Las muestras procedían de la cantera de Oklo, un yacimiento de uranio de 35.000 kilómetros cuadrados; encontrar el punto exacto de donde se habían tomado requirió un poco de paciencia, pero finalmente se descubrió el primer "reactor nuclear fósil". Desde entonces se han descubierto al menos quince más en Oklo, y es posible que bastantes otros hayan sido destruidos antes de ser descubiertos.

El descubrimiento de los reactores produjo gran sorpresa, pero, ya en 1956, P. K. Fukoda, un físico norteamericano, había propuesto que en el pasado se podrían haber producido espontáneamente reacciones en cadena.

La idea de Fukoda se basaba en la siguiente observación. El uranio 235 se desintegra con más rapidez que el uranio 238. Concretamente, la semivida del uranio 235, o el tiempo necesario para que se desintegre la mitad de una cantidad inicial de uranio 235, es de 710 millones de años, mientras que la semivida del uranio 238 es de 4.510 millones de años. Es decir, cuando la Tierra se formó, hace unos 4.500 millones de años, tenía el doble de uranio 238 que ahora, pero unas 70 veces más uranio 235 que ahora. Esto implica que, en el momento de formarse la Tierra, el uranio de las minas sería lo suficientemente rico como para poder usarlo en reactores nucleares sin tener que enriquecerlo más. De aquí a preguntarse si realmente ocurrieron reacciones en cadena sólo hay un paso.

Ahora sabemos que en las minas de uranio se pueden producir reacciones en cadena críticas, como en los reactores nucleares, pero no sabemos si alguna vez se llegó a producir una reacción en cadena supercrítica, es decir, una explosión atómica natural. En cualquier caso, ambos fenómenos son hoy en día imposibles; el porcentaje de uranio 235 en la Tierra es actualmente demasiado bajo como para que se puedan producir sin enriquecimiento.

Nosotros operamos los reactores nucleares en dos etapas: primero los construimos, y luego los ponemos en marcha. Obviamente, esto no ocurrió así en los reactores de Oklo, que posiblemente empezaron a funcionar mientras se estaba formando la mina.

Las reacciones en cadena sólo se pueden producir en aquellas zonas de una mina de uranio donde la concentración de mena sea suficientemente grande y donde haya algún moderador. En Oklo, el único moderador presente era el agua que se filtraba entre las rocas. Cuando uno de los reactores estaba húmedo, se iniciaba espontáneamente la reacción en cadena; para ello basta con un simple neutrón procedente de alguna desintegración (los átomos de uranio no producen neutrones al desintegrarse, pero su radioactividad causa la formación de muchos otros isótopos radioactivos a su alrededor que sí emiten neutrones).


Una vez iniciada la reacción en cadena, progresaba muy lentamente, y la roca se iba calentando. Cuando se calentaba mucho, el agua hervía y el reactor nuclear se quedaba sin moderador, con lo cual la reacción en cadena se detenía y luego el reactor se enfriaba. Entonces podía volver a ser humedecido, y el ciclo se reiniciaba, pero esta vez con un poco menos de uranio 235. Finalmente, había tan poco uranio 235 que por mucha agua que hubiera alrededor no era posible tener una reacción en cadena crítica, y el reactor se apagaba definitivamente.

Diversos estudios han concluido que los reactores de Oklo estuvieron funcionando hace unos 1.700 millones de años. Cada uno de los reactores estuvo activo durante más o menos un millón de años, poco después de la formación de la mina. En cada uno de los reactores se fisionaron del orden de 500 kilos de uranio 235, y la temperatura de los reactores se elevó entre 50 y 200 grados centígrados sobre su entorno. Es decir, estamos hablando de una producción de energía muy pequeña comparada con la que se alcanza en un reactor nuclear artificial; los reactores no llegaron a modificar las rocas a su alrededor ni la circulación del agua.

Los subproductos de Oklo han sido usados para realizar varios experimentos científicos. Quizás el más famoso sea uno en que se intentó comprobar si las velocidades de desintegración de los isótopos hace 1.700 millones de años eran diferentes a las de ahora (parece que no, pero los resultados no fueron concluyentes).

Bien, todo esto es muy interesante, ¿pero qué aporta Oklo al debate sobre la energía nuclear?

Varios grupos ecologistas se oponen a la energía nuclear argumentando que es imposible almacenar los residuos radioactivos de los reactores de forma segura. Sin embargo, Oklo nos permite comprobar qué ha pasado con los residuos de un reactor nuclear que funcionó hace 1.700 millones de años ... y bueno, hablando rápido y mal, no ha pasado nada.

Por ejemplo, en un reactor que contiene uranio 238 se forma plutonio 239, que se desintegra formando unos isótopos conocidos, y cuya semivida es de 40.000 años, bastante menor que el millón de años que estuvo operando cada reactor. Actualmente, estos isótopos procedentes del plutonio 239 se encuentran a, como mucho, tres metros de los núcleos de los reactores, lo cual nos indica que mientras los reactores estuvieron funcionando, sus fugas radioactivas alcanzaron sólo esa distancia.

Bien, ¿y qué ocurre con los deshechos después de que se apagase el reactor? Sus isótopos han sido detectados sólo a 40 metros ... y eso es siguiendo el curso de las corrientes de agua.

Quizás hubo suerte, claro; es posible que en otras minas de uranio se produjesen contaminaciones enormes. Pero es que nadie escogió Oklo para depositar desechos nucleares porque fuese una zona de baja actividad sísmica o alejada de poblaciones. Y la estructura geológica del terreno no era exactamente la más idónea; de hecho, como hemos visto, no era impermeable al agua.

¿Por qué pensamos entonces que es imposible enterrar de forma segura desechos radioactivos?

Pero para poner las cosas en perspectiva, baste recordar que en algunos pozos de agua cerca de Helsinki hay una radioactividad natural que es un millón de veces mayor que la normal; es literalmente más peligroso pasear por esos pozos que visitar un reactor de Oklo. En la imagen, un científico sin ninguna protección apunta al núcleo de uno de los reactores, reconocible por el color amarillento del óxido de uranio. Recordemos también que hay varias poblaciones construidas en mitad de minas de uranio; es el caso de Ramsar, Irán, donde la radioactividad natural de fondo alcanza los 260 mili Sieverts, 17 veces mayor que la máxima exposición permitida al personal que trabaja en centrales nucleares europeas ... y no se notan efectos en la población.

Esto no quiere decir que no tengamos que preocuparnos por cómo almacenamos nuestros desechos radioactivos, obviamente. Pero es que es fácil encontrar debates en los que se adoptan "posturas morales" del tipo de "no importa cuán pequeños sean los riesgos, si hay riesgos no debemos hacerlo". Quizás habría que enfatizar más que los riesgos son cuantitativos, no cualitativos. 



Fuente: http://www.nocturnar.com/forum/estudios/189754-reactores-nucleares-naturales.html
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

El tratado START


El tratado START fue negociado hace 20 años, y su finalidad es limitar el número de armas nucleares estratégicas en posesión de las dos potencias. Cabe destacar que a lo largo de ese tiempo han sido los estadunidenses quienes más obstáculos han puesto a los recortes en el arsenal nuclear de su país, debido a los desacuerdos imperantes en torno a la defensa anti-misiles. Así, en lugar de tratados como el START II y el START III, los líderes de la Unión Americana y Rusia suscribieron el Tratado sobre la Reducción de Armas Ofensivas Estratégicas (SORT) en 2002, el cual compromete a las partes a contar con no más de 2,200 armas estratégicas desplegadas hacia el 2012.
Pese a la importancia del tratado SORT, se trata de un instrumento muy endeble, toda vez que no establece límites a los sistemas que portan armas nucleares (submarinos o bombarderos, por ejemplo), como tampoco obliga a su destrucción. Por lo tanto, las armas nucleares serían guardadas y podrían estar almacenadas por años, para luego ser emplazadas de nueva cuenta. Lo que es peor: el SORT carece de mecanismos de verificación, depositando esta tarea en el tratado START.
Algunos guerreros fríos en Washington, pretenden vincular la suscripción de un nuevo tratado START a la modernización del arsenal nuclear de Estados Unidos, algo, a todas luces, innecesario e irrisorio, considerando que las armas nucleares en posesión del vecino país del norte son confiables, están en buenas condiciones y según un informe de expertos dado a conocer recientemente, pueden mantener ese perfil por décadas, amén de ahorrarle a la Unión Americana varios miles de millones de dólares.
La verdadera razón por la que en el momento actual Estados Unidos y Rusia mantienen un despliegue de miles de armas nucleares, es, simplemente, para la disuasión mutua en torno a su no uso –es paradójico tener arsenales que no se van a usar, pero esa es la lógica. De ahí que tanto el Presidente estadunidense Barack Obama como su contraparte rusa, Dmitri Medvedev, entiendan la importancia de dar un paso más concreto en la disminución de sus respectivos arsenales, dado que si aún se mantiene el espíritu del tratado SORT, las 2,200 armas nucleares en poder de cada potencia, de todas maneras pueden hacer volar al mundo en pedazos varios cientos de veces. Un buen indicio de las intenciones de Obama y Medvedev es el anuncio conjunto que hicieron el 1° de julio del 2009, al indicar que las reducciones que buscarían concretar, estarían dejando sus stocks con una cifra que oscilaría entre 1,500 y 1,675 armas nucleares, esto es, una reducción del 30% respecto al arsenal existente.
En esa misma oportunidad, los dos mandatarios indicaron que están de acuerdo en reducir los vehículos que sirven para transportar y lanzar sus armas nucleares, incluyendo bombarderos de largo alcance y submarinos, así como las instalaciones en tierra para los mismos fines. Al concluir un acuerdo sucesorio del casi extinto START, Estados Unidos y Rusia estarían nuevamente incorporando mecanismos de verificación y monitoreo, esenciales para crear un clima de cooperación y confianza entre ambas naciones. Asimismo, el nuevo START podría servir para que el próximo año EU y la URSS se reúnan, con más calma, a explorar otras iniciativas conjuntas en materia de desnuclearización, pensando, en particular, en el advenimiento de la conferencia revisora del Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares .

Fuente: 
http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=2437
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

Los Submarinos Nucleares


Los submarinos nucleares son aquellos que poseen propulsion nuclear, es decir impulsados por una reaccion nuclear, que desprende energia y a su vez que es ejecutada por un reactor nuclear. Lo cual le da mas velocidad que los de propulsion diesel o electrica. Veras los reactores nucleares de los submarinos son totalmente diferentes a los de las plantas nucleares, pues los maritimos se fabrican de reaccion de agua presurizada y y de refrigeracion por metal liquido. Por estos dos diseños se fabrican mas pequeños que los convencionales pero tambien mas vulnerables e inestables, ademas los submarinos nucleares se les debe purificar cada cierto tiempo los conductos del reactor para asi evitar fugas y posterior envenenamiento de la tripulacion.

Los submarinos militares se clasifican en 3 tipos:

1). Los de propulsion electrica.
2). Los de propulsion Diesel.
3). Los de propulsion Nuclear.





Los que poseen armamento nuclear no se categorizan ya que esto es solo una caracteristica secundaria no fundamental, por lo que muchos submarinos electricos y diesel, portan ojivas nucleares(entre estos 2 mas que todo los Diesel).

Aunque por preferencia se usan mayoritariamente los nucleares para portar ojivas, ya que al ser mas rapidos pueden alcanzar en menor tiempo el punto de trayectoria para el lanzamiento del misil nuclear.


Ultimamente con los avances de Rusia USA y Francia, se contempla ir eliminando, los submarinos de propulsion nuclear ya que representan un peligro de contaminacion muy alto para el planeta. Y las nuevas tecnologias de submarinos Diesel hacen que estos sean casi igual de rapidos que los nucleares.


Fuente: 
http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20090222122234AAUwqI0 
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

Chernobyl



En Ucrania, a unos 100 kilómetros al norte de Kiev el 26 de abril de 1986 a la 1:23 hs. de (Moscú) el rector numero 4 de la central nuclear de Chernobyl sufre el mayor accidente nuclear conocido en su tipo hasta el presente. 


Solo 90 minutos después de haberse decidido reducir paulatinamente la potencia de generación para iniciar un test en el circuito refrigerador del reactor 4 una suma de circunstancias atribuibles a fallas en los sistemas de control, la riesgosa desactivación del sistema de seguridad que supuestamente requeria el test y la ineficaz actuación de los operadores ante la emergencia desatan la catástrofe. 



A solo 2 minutos de haberse iniciado una incontrolada generación de vapor en el núcleo del reactor este queda fuera de control, superando en 100 veces los máximos admitidos; estallan por sobrepresion los conductos de alimentacion y la coraza protectora de grafito del núcleo produciendose un pavoroso incendio, y la expulsión al exterior de 8 toneladas de combustible radiactivo entre ellos radioisotopos de iodo I131 y de cesio, estos ultimos con un periodo de desintegracion promedio de 30 años, tras una doble explosión que destruye una parte del techo de la planta.

Las consecuencias de la catástrofe afectan a un área con casi 5 millones de habitantes, contaminando el 23% de la superficie de la vecina Bielorusia, partes de Rusia y Ucrania y algunas regiones de Polonia, República Checa y Alemania. Las brigadas especializadas enfrentan la heroica tarea de sofocar los incendios y neutralizar el nucleo del reactor arrojando toneladas de quimicos y arena desde los helicopteros. Al menos 30 de sus integrantes mueren por niveles de exposición letal. Durante los siguientes meses otros liquidadores adicionales en un numero que en total se estima en 600.000 entre militares, tecnicos y voluntarios trabajan en la construccion de un sarcofago de concreto para sellar las fugas y reducir la contaminacion en las adyacencias expuestos a altas radiaciones.


Balance de la catástrofe
La catástrofe inicialmente disimulada en su verdadera magnitud por Rusia trasciende al propagarse la radiación por toda Europa y requrirse explicaciones. La cercana población de Pripiat es la primera en ser evacuada, el radio se extiende pronto hasta 30 kms. a otras localidades que tambien serán definitivamente evacuadas de las cuales 40.000 corresponden a habitantes de ciudad de Chernobil. Evacuaciones sucesivas en areas de peligro decreciente elevaron la suma total de relocalizados a cerca de 350.000 personas. La produccion agricola y ganadera en las zonas alcanzadas por la contaminacion deben ser destruidas y las areas proximas a la zona cero abandonadas definitivamente.

Una década y media mas tarde la evaluación de víctimas totales por parte de organizaciones no gubernamentales debido a contaminación directa o por consecuencias indirectas de la catástrofe ascendía a 20.000 personas muertas o con pronástico fatal debido a las afecciones contraidas debido a la radiación y cerca de 300.000 aquejadas por distintos tipos de cáncer. Estas estimaciones siguen siendo descalificadas años mas tarde por las autoridades gubernamentales alegando falta de estadisticas sanitarias confiables previas a la catastrofe por lo que suponen que la mayoria de estos casos es el resultado de transtornos preexistentes. Recién 20 años después, un informe de las Naciones Unidas da respuestas definitivas sobre sus alcances. 



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Fuente: http://www.paralibros.com/passim/p20-cat/pg2086ch.htm
Samuel Alberto Beracasa Robles  C.I. Nº 15775106 Comunicaciones de RadioFrecuencia (CRF)

Aplicaciones de la Energía Nuclear en la Agricultura


Las aplicaciones nucleares se enfocan a la investigación de la fertilidad de los suelos y cómo evitar las plagas de insectos, entre otras. Así, mediante trabajos de irradiación se puede, por ejemplo, realizar mutaciones que permiten la variabilidad genética de las especies vegetales, y así lograr nuevas variedades de especies con características peculiares, como mayor resistencia, larga vida y aumento en sus capacidades reproductivas.
Importantes beneficios comparativos implican el uso de técnicas nucleares en investigación agrícola. La utilidad que presta esta tecnología en ese sector es enorme, ya que otorga una medida cuantitativa directa de la influencia de variados factores, sobre el medio ambiente. Se han desarrollado y puesto a punto técnicas isotópicas que permiten investigar y entregar soluciones en áreas tales como fertilidad de suelos, fuente fertilizante, uso óptimo de los nutrientes, racionalización del uso de los mismos y economía en el uso del agua aplicando las técnicas directamente en predios de agricultores.

De esa manera, si se utilizan las recomendaciones obtenidas en los estudios efectuados por la CCHEN se podrían reducir las dosis de aplicación de fertilizantes, recuperar suelos degradados, cuantificar erosión de los suelos, aplicar uso óptimo de agua y fertilizantes (fertirrigación) a frutales, utilización adecuada de plaguicidas, entre otros avances notables para el área. Ver nota.
Alimentación
La CCHEN en su Laboratorio de Irradiación y en la Planta de Irradiación Multipropósito, ha desarrollado la técnica del empleo de las radiaciones ionizantes para la conservación de alimentos, ampliación de su período de consumo, y reducción de las pérdidas causadas por insectos después de la recolección.


Central nuclear



Fuente: http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080916110510AAjvnYF
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Aplicaciones de la Energía Nuclear en la Medicina


 La energía nuclear aplicada a esta ciencia ayuda a la detección de enfermedades y tratamientos contra males como el cáncer.

Osea las quimioterapias.. 
Algunas aplicaciones:
a.Vacunas

Se han elaborado radiovacunas para combatir enfermedades parasitarias del ganado y que afectan la producción pecuaria en general. Los animales sometidos al tratamiento soportan durante un período más prolongado el peligro de reinfección siempre latente en su medio natural.






b.Medicina Nuclear

Se ha extendido con gran rapidez el uso de radiaciones y de radioisótopos en medicina como agentes terapéuticos y de diagnóstico.

En el diagnóstico se utilizan radiofármacos para diversos estudios de: Tiroides, Hígado, Riñón, Metabolismo, Circulación sanguínea, Corazón, Pulmón, Trato gastrointestinales. 

En terapia médica con las técnicas nucleares se puede combatir ciertos tipos de cáncer. Con frecuencia se utilizan tratamientos en base a irradiaciones con rayos gamma provenientes de fuentes de Cobalto-60, así como también, esferas internas radiactivas, agujas e hilos de Cobalto radiactivo. Combinando el tratamiento con una adecuada y prematura detección del cáncer, se obtienen terapias con exitosos resultados.



c.Radioinmunoanalisis

Se trata de un método y procedimiento de gran sensibilidad utilizado para realizar mediciones de hormonas, enzimas, virus de la hepatitis, ciertas proteínas del suero, fármacos y variadas sustancias.

El procedimiento consiste en tomar muestras de sangre del paciente, donde con posterioridad se añadirá algún radioisótopo específico, el cual permite obtener mediciones de gran precisión respecto de hormonas y otras sustancias de interés.


d.Radiofarmacos

Se administra al paciente un cierto tipo de fármaco radiactivo que permite estudiar, mediante imágenes bidimensionales (centelleografía) o tridimensionales (tomografía), el estado de diversos órganos del cuerpo humano.

De este modo se puede examinar el funcionamiento de la tiroides, el pulmón, el hígado y el riñón, así como el volumen y circulación sanguíneos. También, se utilizan radiofármacos como el Cromo - 51 para la exploración del bazo, el Selenio - 75 para el estudio del páncreas y el Cobalto - 57 para el diagnóstico de la anemia.


Entre las múltiples aplicaciones de esta rama de la medicina, sobresale la referente a oncología, que actualmente es un área en expansión. La esperanza sembrada en la utilización de anticuerpos monoclonales o péptidos marcados con emisores beta que puedan localizar y matar células tumorales esta dando que hablar. El advenimiento de la FDG (fluordeoxiglucosa) y otros nuevos trazadores como el C11(carbono) pueden ayudar a los médicos a detectar tumores recurrentes, lesiones metastásicas y a dar respuesta terapéutica de las células cancerosas. Además, los expertos en medicina nuclear indican el estroncio o el samario para el alivio del dolor producido por cáncer en los huesos.

Fuente: http://espanol.answers.yahoo.com/question/index?qid=20081113193806AATtpiA
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